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Natacha de Mahieu: repensar el viaje a través de la imagen

¿Qué nos dicen realmente las imágenes que tomamos cuando viajamos? La fotógrafa belga Natacha de Mahieu, participó en el festival GETXOPHOTO 2025 con su trabajo que profundiza su visión crítica sobre el turismo de masas y el papel de las redes sociales en la construcción de lo “auténtico”.

Natacha de Mahieu: la artista que revela la cara invisible del turismo de masas

Nacida en Bruselas en 1996, Natacha de Mahieu es una fotógrafa y videógrafa comprometida con cuestionar nuestras formas de mirar, de viajar y de representar el mundo. A través de su serie Theatre of Authenticity, nos invita a reflexionar sobre el turismo de masas y la construcción visual de lo “auténtico”.

Formada en la LUCA School of Arts de Bruselas y con un máster en fotografía documental de la Royal Academy of Fine Arts (KASK) de Gante, de Mahieu ha desarrollado una práctica artística basada en la observación, la crítica social y una técnica minuciosa de composición. En lugar de buscar imágenes limpias y solitarias de los destinos turísticos, ella hace justamente lo contrario: acumula centenares de fotografías tomadas en breves lapsos de tiempo y las superpone para mostrar la densidad humana que habitualmente se oculta.

El resultado es una serie de paisajes saturados de cuerpos, una suerte de hiperrealismo turístico que cuestiona la idea misma de autenticidad. Lugares como las Calanques en Francia, el lago Obersee en Alemania o la Capadocia turca se convierten en escenarios del comportamiento colectivo moldeado por las redes sociales.

Su trabajo ha sido ampliamente reconocido a nivel internacional y ha sido expuesto en espacios tan diversos como la Galerie Satellite (Bélgica), la Assemblée Nationale du Québec (Canadá), el Radar Photo Festival (Italia), Les Rencontres d’Arles (Francia) o el Utopia Lahti (Finlandia), entre otros. Entre sus galardones destacan el Prix Vocatio (2023) y el Prix Roger de Conynck (2022).

Participación en GETXOPHOTO 2025

Este año, Natacha de Mahieu participó en el festival GETXOPHOTO, una cita imprescindible para la fotografía contemporánea que tiene lugar cada verano en la localidad vasca de Getxo, España. El festival se caracteriza por su apuesta por propuestas innovadoras y comprometidas con temas sociales y medioambientales, y por su vocación de ocupar el espacio público con arte visual.

En este contexto, la obra de de Mahieu encajó a la perfección. Theatre of Authenticity no solo reflexiona sobre el impacto del turismo de masas, sino que también plantea una crítica visual directa al poder de las imágenes en nuestra sociedad hiperconectada. Su participación en el festival permitió que su mensaje alcance a un público diverso, en un entorno donde la fotografía se vive y se discute colectivamente.

Conversaciones con la artista: una mirada detrás del objetivo

Tu serie Theatre of Authenticity pone en evidencia el paradójico deseo de vivir experiencias auténticas en entornos masificados. ¿De dónde nace esta inquietud?

El proyecto nació de un cuestionamiento personal sobre mi propia forma de viajar, especialmente después de un largo viaje en bicicleta. Me enfrenté al desfase entre lo que vivía y lo que veía en redes sociales. Esa tensión entre lo íntimo y lo colectivo me llevó a explorar, a través de la fotografía, ese curioso contraste del turismo de masas en lugares supuestamente "auténticos".

En lugar de capturar momentos de soledad como hacen muchos turistas, tú te enfocas en mostrar la acumulación. ¿Cómo trabajas en el terreno y qué buscas revelar?
Busco visibilizar la densidad humana en lugares naturales muy frecuentados pero que seguimos imaginando como remansos de paz. Trabajo desde ángulos altos, sin intervenir en la escena, y luego compongo las imágenes para mostrar ese flujo constante de personas. Me interesa mostrar cómo los comportamientos y poses están condicionados por las redes sociales.

Tu trabajo ha sido reconocido y expuesto en contextos muy variados, desde Bélgica hasta Canadá, pasando por Italia o Finlandia. ¿De qué manera cambia la recepción de tu obra en función del país o del tipo de público?

La reacción es bastante universal, porque todos estamos expuestos a este fenómeno global. Sin embargo, es cierto que en países muy turísticos como Francia, España o Italia hay más interés por el tema. En Bélgica, curiosamente, recibo menos visibilidad, lo cual revela diferencias culturales en cuanto a la sensibilidad hacia estos temas.

Como artista de una generación que ha crecido con redes sociales, ¿cómo influyen estas plataformas en tu mirada y en la manera en la que hoy en día se construye el recuerdo de un viaje?

Las redes sociales influyen profundamente en nuestra manera de experimentar un viaje, y yo misma he sentido esa presión en mi práctica. Como fotógrafa, me enfrento a una estética uniforme, muy pulida, que moldea nuestras expectativas y nuestro imaginario. Este proyecto es también una forma de tomar distancia frente a esas imágenes omnipresentes y cuestionar qué generan en nuestra relación con los lugares.

Más allá de la simple observación, tu serie parece criticar ciertos fenómenos o tendencias sociales actuales (turismo de masas, vanidad exacerbada por las redes sociales…). ¿Consideras tu práctica artística como una forma de activismo?

No definiría mi trabajo como explícitamente militante, ya que nace, ante todo, de un cuestionamiento íntimo, sin una intención inicial de tomar posición. Dicho esto, si las imágenes provocan una reflexión crítica sobre fenómenos como el turismo de masas o la influencia de las redes sociales, me alegra profundamente. El hecho de que puedan invitar a replantearse nuestra relación con el viaje me parece esencial y, en ese sentido, puede considerarse una forma suave de activismo.

¿Qué te inspira en tu trabajo? ¿Hay personas o corrientes artísticas que influencien tu obra?

Viajar es mi principal fuente de inspiración: los paisajes, pero sobre todo las conversaciones con personas en el camino. Estos intercambios enriquecen mi reflexión sobre el turismo. También me inspira la pintura, especialmente la romántica, y el trabajo de otros artistas y fotógrafos.

¿Qué papel juega el apoyo de instituciones como Wallonie-Bruxelles International (WBI) para tener una mayor proyección internacional?

El apoyo de WBI me permite mostrar mi trabajo a nivel internacional, lo cual es muy valioso para ganar visibilidad y conectar con públicos diversos. Me brinda la posibilidad de desplazarme a los lugares de exposición, vivir intercambios reales con el público y dar un cierre concreto a un trabajo que suele ser muy solitario. Es un reconocimiento importante en mi trayectoria artística.